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Claramente está orientado a universitarios, no cabe ninguna duda. Tiene bocadillos, patatas y cachis. En el fondo ¿Qué más va a pedir un chico joven? No les importa el olor a fritanga ni la calidad de la cerveza, tampoco les importa si el café está bueno o no… Sólo importa que estén sus amigos y el ambiente que los mismos den al local sin importar lo que el establecimiento ofrezca.
Yo no voy, digamos que no me conformo con tan poco… pero no puedo reprochar nada porque cada uno orienta su negocio como quiere. Así que, si bien aquí no me he sacado la cabra, os diré que tampoco es un sitio al que vaya a volver.
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