¿Qué significa “Me saco la Cabra"?
Se trata de una expresión que utilizo cada vez que salgo descontenta de un sitio. Procede del concepto de hacer el sacrificio de una cabra y, con su sangre, realizar una cruz en la fachada del local al que nunca más volveré a ir. Sí... es una historia un poco desagradable, surgió de un comentario jocoso espontáneo ¡y ya nos quedamos con la historia!
Pues bien, dado que no voy a hacer una entrada para cada sitio que no me gusta porque a veces es un simple detalle lo que hace que descartes un local, aquí va la primera lista de los sitios en los que he tenido que sacar la cabra a pasear:
Cafetería Farigola
Ramón Pradera, 10.
En este establecimiento se pasan de prepotentes. La conversación que me obligó a plantar una cruz al sitio fue:
- Qué desean?
- Un café y un Red Bull
- No tenemos Red Bull
En este momento una piensa que tienen Burn o sucedáneos, se queda pensativo y nos espeta:
- Es que aquí no servimos drogas
Me quedé mirando la estantería llena de botellas de whisky, ron y demás. La cafetera, la máquina de tabaco y la tragaperras. Menudo sinsentido de frase que acababa de soltar.
- Esto…. perdone pero su venta es legal y no está claro si es o no droga.
- Pues informate porque hay países en los que no es legal eh.
- ¡Como si no lo supiera! pero resulta que estamos en España, y yo quiero consumir algo que es legal y que, sean cuales sean sus perjuicios, asumo las consecuencias. Si no lo tiene, me pido otra cosa, pero no es necesario faltar.
- Oye oye, relájate que no hace falta que te pongas así, que encima de que te estoy informando.
Evidentemente, mi cara fue todo un poema. No seguí la conversación porque me parecía absurdo y me pedí otra cosa aunque lo que teníamos que haber hecho era irnos.
Me da igual su opinión, no se la estoy pidiendo y no está ahí para ir dando lecciones. De hecho, dudo mucho de su capacidad para realizar un juicio sobre el tema. Aunque lo mismo él es un caso raro de médico que prefiere dedicarse a la hostelería.... lo dudo muchísimo. En cualquier caso, si no quiere vender algo, que no lo haga. Con decir que no tienen es suficiente. Hacerse el listillo e ir dando lecciones de drogadicción por la vida cuando tienen un local que muchas veces se beneficia del vicio de muchos otros es un sinsentido total.
Claramente este hecho aislado no es para tanto y podemos dejarlo correr, pero estamos en España, a la mínima en 10 pasos me planto en otro bar y santas pascuas. Es lo que tiene ser una criticona.
Taberna San Pedro Regalado
Paseo de Zorrilla, 190 (aprox)
En un día de estos en que tienes hambre pero no te apetece tampoco cenar demasiado, una buena opción es ir de tapeo. Nos hablaron de un sitio barato, con raciones a 3€ y bebidas a 1€ o 1,5€. Mala pinta no tenía, así que allá que fuimos.
Se trata de un sitio nuevo y muy bonito. Al llegar estaba abarrotado tanto en terraza como en el interior, pero aun así había mesas libres. Nos dicen que esperemos a que nos asignen una y mientras tanto nos tienen esperando de pie 5 minutos. Repito: había mesas libres.
Cuando llega el tío nos pone en la mesa a la que menos llega el aire acondicionado. Un calor de espanto. Nos da la carta y, efectivamente, precios y raciones muy atractivas: queso, embutido, cocretas (facepalm), rabas, morcilla, ensaladilla…. Lo típico.
Habíamos elegido y estábamos esperando a que viniesen a tomarnos nota. 15 minutos esperando fueron suficientes para levantarnos de la mesa e irnos sin pedir nada. No se habían olvidado de nosotros, porque cada vez que pasaban cerca nos veían, no es excusa.
Y es que existen muchos sitios en los que ven a gente joven y se piensan que somos tontos o que no vamos a dejar el suficiente dinero como para tratarnos bien. Pues nada, adiós.
L'Alpe d’Huez
c/ Mateo Seoane Sobral (Parquesol)
Si quieres un bar en el que te traten como el culo a precio puta, este es tu sitio. El lugar en el que innumerables gilipollas permiten que se rían de ellos con tal de estar en un sitio chuli. Porque sí, eso es lo único que tiene, que el local es una pasada.
Dos plantas, estética de madera con toques Irish, máquinas de dardos, cafetera nuevecita que hace un café impresionante (de cápsulas), y una pantalla enorme para los amantes del fútbol… y eso es todo amigos. Olvídate de pedir cañas. Los camareros cambian tanto que cuando se van no les ha dado tiempo a aprender cómo servir una caña.Tampoco parece que les de tiempo a aprender a sonreir.
Eso sí, de dos euros no baja el caldo que te sirven. Refrescos a precios desorbitados. De copas no hablamos ya. Recordemos que no deja de ser un bar de barrio, no es el centro de ninguna ciudad. Si fuese el único bar en 10km a la redonda, preferiría quedarme en mi casa.
Hasta aquí la primera parte de la lista negra de Bares, en próximas entradas, nuevos sitios donde he sacado la cabra a pasear.